NADA DE CARMEN LAFORET: LA PULSIOacute;N LEacute;SBICA COMO VERDAD NO SOSPECHADA

Ana B. Figueroa* Department of Spanish and Portuguese* Princeton University USA

Eacute;sta tiene la urgencia de reconocerse como ser persona frente a un universo, liga an una comunidad asi­ como, sobre todo, frente a la novia misma. La novela, en objetivo, desarrolla el desafiacute;o sobre la evolucioacute;n factible, un intentar sobre establecerse dentro de un lugar social y, igual que tal, trae dificultades de definiciones ya estatuiacute;das que nunca caben en el interior de la apreciacioacute;n del acontecer humano integral, invariablemente moacute;vil, todo el tiempo en crecimiento. La Andrea del relato resulta una adolescente que se percibe enfrentada a muacute;ltiples estados que la obligan a un seguido mirarse y evaluarse. Pero existe una diferente Andrea, voz enunciadora que desde un presente mira al pasado y, en este interes se rompe el bildunsgroman, Ya que esta observacion seri­a la sobre un ser capaz sobre auto-evaluacioacute;n. Es esta mirada hacia el pasado la que conforma el relato y no ha transpirado, al igual tiempo, configura la temperamento de la protagonista en el porvenir. La narracioacute;n, asiacute;, es un circulacii?n hacia adentro, hacia lo iacute;ntimo, en un tanteo, por pieza suya, de entenderse igual que chica en un Actualmente que le requiere explicaciones. Su anterior se plasma en verbos en preteacute;rito desplazandolo hacia el pelo en un constante memorizar, accioacute;n que es en siacute; misma subversiva, Ya que desentrantilde;a sobre la psiquis humana la brutalidad primaria causante sobre las oacute;rdenes geneacute;ricos, del equilibrio social que, en definitiva, resultan en la anulacioacute;n del ser que debe integrarse dentro el espacio conferido, condicionado y no ha transpirado constrentilde;ido por las reglas sociales 2 . Seraacute; en la reconstruccioacute;n de la memoria que Andrea podraacute; valorar las cimientos en que fundamenta su sujeto, su acontecer igual que ligado, como torso y igual que geacute;nero de, asiacute;, proyectarse hacia el porvenir.

Andrea quiere rescatar sobre su pasado aquello que ha ido significando su vida, aunque que nunca le ha permitido establecerse igual que la entidad propia de acontecer persona. Por el contrario, las caracteriacute;sticas emocionales que conforman al astro van actuando de maneras que este ligado soacute;lo logra ver trazos sobre la identidad que se presenta igual que la verdad no sospechada sobre la que deje el epiacute;grafe sobre la novela. 3

Es a partir sobre esta certeza textual que intento dar una leida sobre la novela a traveacute;s de estas pulsiones que componen el caraacute;cter sobre Andrea asi­ como que van construyendo una estructura novelistica que trasluce deseos leacute;sbicos sobre la protagonista. La quot;verdad nunca sospechadaquot; se inscribe dentro de lo que Judith Butler denomina disavowal 4 : el instante de negacioacute;n, de la tachadura, a grado del inconsciente sobre un yo distinto del que la certeza social impone. Esta uacute;ltima organiza la existencia, modela clases sobre conducta, establece verdades desplazandolo hacia el pelo objetiviza el cuerpo humano femenino. 5 En el caso de la novela sobre Carmen Laforet, este orden define al sujeto mujer en el interior sobre esferas completamente marcadas que pretenden impedir las deslices a traveacute;s de las cuales pueda mostrarse una construccioacute;n distinta a la establecida, de evitar que se transparente algo maacute;s que simples palabras. El tronco de Andrea queda restringido asiacute; a su sexo, an acontecer reproductora de condiciones sociales, an acontecer objetivo, un siacute;mil de la certeza que se materializa todo el tiempo masculinamente, aunque nunca una quot;verdadquot;. Andrea seri­a:

Andrea resulta una voz que viene desde el presente para crearse a siacute; misma; es un reprimido que ha quedado impresionado en un objeto que va pasando de conjunto en grupo: es el fetiche a traveacute;s del cual podri?n inscribirse muacute;ltiples discursos. El disavowal se desempenar en ella misma, puesto que nunca hay cuerpo humano materno en a donde se pueda definir. 7 Andrea careceriacute;a de una clara idiosincrasia, se estariacute;a negando como maneras de ser. Corresponde, seguacute;n la categorizacioacute;n sobre Groz en Lesbian Fetishism a la quot;histeacute;ricaquot;, aquella femina que acepta su castracioacute;n desplazandolo hacia el pelo impide el anhelo masculino, proyectando su pretension es libre de mixxxer hacia la origen en un estado pre-ediacute;pico. Desde esta perspectiva se puede leer a Andrea igual que un ser que se rebela a la pasividad usualmente asociada a la feminidad, negando asiacute; la normativa del progenitor, negando su uacute;tero al procurar de explorar un espacio anteriormente de su Edipo. Dos acciones marcan ese estado: la primera, consiste en que constantemente seri­a emplazamiento histeacute;rica, tanto por Ena como por ella misma cada vez que las emociones la desbordan. Andrea reprime las sentimientos, pues representan lo quot;femeninoquot; histoacute;ricamente condicionado; por el opuesto, la novia busca tener un rol maacute;s activo a traveacute;s de la inspeccion, ya que eacute;sta seri­a precisamente la segunda accioacute;n que la conecta con el universo asi­ como, al igual lapso, le permite reconocerse a siacute; misma asi­ como le devuelve su mismo ser como en un espejo. Andrea, a traveacute;s de este jerga, regresa a un estado pre-ediacute;pico y no ha transpirado, asiacute;, no entra en el disciplina sobre la lenguaje, del logos. Por eso, la narracioacute;n se realiza desde un presente hacia un pasado, como un modo por el que la narradora intenta integrarse a la sociedad, igual que la maneras de continuar a tener el control en su cadaver, vale hablar de, sobre su acontecer. En este transcurso seri­a en donde se produciraacute;n las pulsiones, entendidas igual que lo instintivo desplazandolo hacia el pelo la preservacioacute;n del yo. Desde este paraacute;metro, se daraacute; tambieacute;n, la aceptacioacute;n de una sexualidad (momento en que el yo se construye igual que perteneciente a un disciplina social de mi?s grande) que deberia ser concretada en la medida que se estatuye en el pretension de representar y/o actuar una identidad, de asumir un yo y, desde esta panorama, un geacute;nero. 8

La narradora, con su inspeccion hacia el anterior, va transformando la inocencia con la que la protagonista llega a Barcelona. Asiacute;, la novia va an alcanzar abrir los ojos asi­ como examinar la certeza que la circunda.